«¡Tú eres un ser único y no eres propiedad de nadie más que de tu misma/o! ¡Tú tienes el derecho divino y legal de vivir tu propia vida tal cual tú la quieras vivir! ¡Tú vida es tuya y de nadie más! ¡No dejes que te la roben, te la menoscaben o que te hagan sentir en ningún momento que eres menos que los demás porque no puedes hacer cosas que solo le convienen a los demás! A la vida, a tu propia vida no la puedes vivir nunca plenamente basándote en dependencias adictivas a personas, a pensamientos erróneos, a sentimientos desmesurados imposibles de concretar, a objetos materiales no necesarios al puro efecto de la vida misma o a distintas acciones o sustancias adictivas usadas para tapar los llamados «agujeros de la vida». A la vida, a tu propia vida la debes de ir programando por adelantado minuto a minuto, hora a hora cada día de tu vida, luego de reflexionar profundamente – basándote solo en decisiones propias, pensadas y decididas únicamente por ti y sin ningún tipo de presiones externas sobre cuál es la vida que tú quieres vivir. Ten mucho cuidado con el manejo sutil de lo que yo denomino las «manos negras». Las «manos negras» son esas personas que desde hace muchos años o quizás desde toda tu vida te rodean, que tu confías en ellas, pero como ellas no tienen vida propia se dedican en forma solapada, subrepticia o utilizando el mecanismo de la culpa, a querer y lograr manejar la vida de los demás, manipulándolas y creando dependencias afectivas y materiales de todo tipo. De todas estas situaciones que – probablemente – puedas estar viviendo en estos momentos, de las que quieres salir hace mucho tiempo, pero no lo puedes hacer por ti misma/o, te digo que lo podrás resolver con la realización de un solo programa de coaching educativo integral formador de hábitos de vida saludable, aplicado a los temas específicos de tu vida que tengas pendiente de resolución.» Richard Frenkel